Tiempo de despertar

"La mayoría de nosotros no somos lo
bastante valientes, ni lo bastante osados...
Tenemos que contentarnos con nuestra
confusión y nuestra nube de ignorancia"
William Golding

Inmersa en el choque de las olas contra el muro, tres zanates atrapan mi atención. Ellos graznan paseándose por el pretil de la terraza y acompasando su cuerpo con el movimiento alargado de sus cuellos, vuelven sus cabezas vigilando su espacio. Los meseros atienden también al suyo, yendo y viniendo entre las mesas.

Sobre una mesa alejada de los comensales se encuentra la charola donde arrojan los restos de la comida. Los pequeños ojos ya la han descubierto. Su galante paseo sobre el barandal no tiene otra intención que encontrar el preciso momento para picar un pedazo de fruta, o quizás un trozo de enmielado "hot cake". La frecuencia con que se acercan los meseros al depósito hace más difícil esta osadía, y los zanates intentan el vuelo una y otra vez.

Uno de ellos, seguro y firme en su postura, abandona el pretil y se deja ir contra los desperdicios, robando un pedazo del botín que lleva hasta las rocas, y a picotazos lo saborea. Los otros dos, a corta distancia satisfacen su hambre con las migajas que logran atrapar de lo que el zanate mayor deja caer.

El temor de los zanates como el vaivén del mar, es repetitivo y prolongado.

Pocos buscan el sustento con la fuerza del muro y la necedad de la ola.

Josefina Llera, escritora jalisciense.

No hay que conformarse, ni mucho menos resignarse a las migajas, es imprescindible luchar y exigir por lo que nos parezca justo.